Hoy, caminando por el mundo, me he encontrado con una ardilla de cola lustrosa, pero eso sí, una ardilla rabiosa, muyyyyyyy rabiosa.
No sé si habréis tenido la oportunidad de cruzaros alguna vez con una ardilla, ya que son seres muy esquivos. No obstante, cuando alguna vez una ardilla es sorprendida, es posible que no adopte una actitud muy amistosa, sobre todo las ardillas rojas.
Os dejo aquí un encuentro típico con una ardilla rabiosa, que está enojada porque no le dejan descansar tranquila en su nido del árbol. Hay que extremar las precauciones cuando se detecta la mirada de rabia en sus ojos ya que pueden ser muy agresivas en ocasiones.
PD: He de decir, que a pesar de todo, yo, como gato bueno que soy, adoro a las ardillas. Ya os iré hablando de ellas en lo sucesivo.
jijijijiji
ResponderEliminarSeguro que esa pobre ardilla quería descansar o estaban intentado robarle nueces, o incluso algun gato famélico quería comérsela. Sí, seguro que algo de eso, porque yo conozco muy bien a la familia de las esciúridas y son todas muy pacíficas y tienen un carácter adorable.
ResponderEliminarYes, you are totally right. Save the Squirrels.
ResponderEliminarPOooooobre ardillaaaaaaaaaaa. Esperemos que no quisieran robarle nada y que la pobre pudiese descansar bien ese día. Pero yo creo que no fue ningún gato el que perturbó su descanso o comida. Con lo buenos que son...
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