¿Gatos políticos?

Hola amigos felinos.

En España ayer se celebraron las elecciones generales del país, y pensando en esto, me ha venido a la cabeza un pensamiento: ¿cómo serán las elecciones gatunas? Pues investigando un poco por aquí y por allá, esto es lo que he averiguado, por si os interesa saberlo:

En primer lugar: ¿para qué sirven las elecciones gatunas? Todo el mundo sabe que los gatos, si no están obligados a hacer algo, prefieren no hacerlo y seguir durmiendo. Entonces, ¿por qué podrían convocar unas elecciones los gatos?

Veréis, hay momentos en la vida de un gato en los que sienten que no se les valora como tales. Tienen que trabajar mucho, si no cazan ratones se les riñe y apenas tienen recompensas en leche, whiskas y horas de sueño. Es en estos momentos cuando la comunidad gatuna ha de unirse y reivindicar sus derechos.

Y una vez reunidos los gatos ¿Qué es lo que hacen? Pues convocan las elecciones gatunas para seleccionar al mejor líder gatuno. La verdad es que la elección del líder tiene dos fases.

En la primera fase, todos los gatos hacen una propuesta electoral: habrá más leche para todos, cojines nuevos, trabajaremos menos horas... en fin, lo que cada gato considere más importante.

Según la problemática gatuna que exista en esa comunidad de gatos, votarán a mano alzada a aquellos gatos que han realizado las propuestas más interesantes.

Se llega entonces a la segunda fase de las elecciones. En esta fase ya sólo quedan los gatos que han obtenido algún voto tras lanzar su propuesta. Estos son los gatos finalistas.

Pero entre los finalistas, aún queda elegir al mejor líder gatuno. Os preguntaréis en qué consiste esto del líder gatuno y qué características debe tener para ser elegido. Os lo explico con un ejemplo, ¿qué es lo que hacen los gatos para reclamar lo que es suyo? Pues sí: maullar. Los gatos deben elegir al candidato que más alto sea capaz de maullar. Según ellos, éste será un líder que conseguirá más cosas del dueño: más leche cuando el cuenco esté vacío, más cojines cuando todos los de su amo estén debajo del gato, más descanso cuando el gato gruña si no quiere levantarse... Éste será un buen líder, y además el comportamiento de éste gato animará a los demás a hacer lo propio en sus respectivos hogares. Por lo que al final, todos saldrán ganando bajo el espíritu de liderazgo de este gato.

Ya sólo queda el último paso de las elecciones: proclamar al gato ganador, aquel que ha conseguido maullar más fuerte de entre los candidatos.

El gato es oficialmente ganador cuando se hace público su nombre por megafonía. Una nueva era política comienza en ese momento. Todos los gatos, le muestran sus respetos al gato líder frotando las cabezas con él. Ahora sólo queda que cumpla las promesas electorales que propuso.

Y este en resumen es el proceso electoral gatuno. Espero que os haya resultado útil para comprender mejor el comportamiento de vuestros gatos. Quizá cuando éstos se muestran más exigentes con sus amos es que están en campaña post-electoral.

Un maullido a todos.