Como os prometí, os sigo relatando cosas sobre la convivencia con Elrond, el nuevo inquilino.
La verdad es que cada día estoy un poco más celosillo, porque con cada cosa que hace, a mis amos se les cae la baba.
El otro día el gatito se perdió por la casa y empezaron a llamarlo repetidas veces y a buscarlo por todas partes. Finalmente descubrieron que el gato estaba maravillado descubriendo lo que es un sofá... Podéis hacer las comprobaciones vosotros mismos con este vídeo...
En fin, mis amos, en vez de enfadarse por haberse preocupado tanto por él mientras el gatito estaba jugando, estaban encantados con sus monerías y ricuras...
Empiezo a indignarme... Ya os iré contando más batallitas con pelos, bigotes y señales.
Un maullidito para todos.
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