Muere Tama, la primera gata jefa de estación

Hoy se ha rendido tributo en Japón a la famosa gata Tama que murió esta semana a sus 16 años de edad. Tama, una gata multicolor, fue nombrada jefa de la estación de Kishi en 2007. Antes del nombramiento de Tama, la línea ferroviaria que pasaba por Kishi se encontraba casi en bancarrota y la estación apenas tenía personal (de ahí que permitiesen a Tama quedarse en la estación con todos sus honores).

Como corresponde a un cargo de tal importancia, Tama fue ataviada con el uniforme de los empleados de la línea ferroviaria: con chaqueta y sombrero hechos a medida. Este hecho no tardó en convertirse en un importante reclamo turístico en la región de Japón cercana a Kishi (al oeste de Japón).

En los ocho años que Tama trabajó en la estación el número de turistas que visitaban la estación comenzó a crecer (incluso llegando a provocar problemas de aparcamiento). Gracias a la inusitada recuperación de la empresa, Tama fue nombrada presidenta honoraria en 2013 y hasta pusieron su nombre a tres convoyes.

Tama se convirtió en todo un atractivo turístico y ganó fama internacional, pero el presidente de la empresa afirma que realmente Tama hacía muy bien su trabajo recibiendo y despidiendo a los pasajeros, sentada tranquilamente en el control de billetes.

Hoy se rendía homenaje a esta gata por todos sus logros y será recordada siempre. Pero tras la experiencia de tener a tan eficiente trabajadora felina, la compañía ferroviaria ha comunicado que Nitama, otra gata multicolor que ahora es aprendiz de jefa de estación, será la encargada de suceder a Tama en su labor.

El gato volador

Son muchas las habilidades y "profesiones" de los gatos que hemos mostrado en este blog, pero hoy os vamos a mostrar algo inédito: un gato volando. Se trata de un vídeo que circula hoy por las redes y que recoge el impresionante momento en que un ultraligero despega sin darse cuenta de que entre sus alas se había colado un curioso polizón: un gato blanco y negro.

Quizás se quedó dormido cuando el aparato estaba en tierra y se despertó con el traqueteo del despegue. Lo que vemos en el vídeo es cómo el gato, una vez despierto, intenta arrastrarse con cuidado hasta un lugar más seguro, ¡pero no lo tiene nada fácil si tenemos en cuenta la vibración del avión y el fuerte viento que impacta sobre las alas!. Al final, el gato consigue aferrarse a una de las barras de la avioneta mientras lucha por mantenerse sobre el aparato que ya está muy lejos del suelo. Podemos apreciar en sus bigotes revueltos por el viento lo difícil de esta heroica hazaña.

Afortunadamente, al poco de despegar el piloto advierte la presencia de este inesperado pasajero y se dispone a aterrizar. Ya en tierra, el gato duda si dejar de aferrarse a su barra salvadora o si el extraño aparato volador volverá a hacer de las suyas. El piloto anima entonces al minino a desembarcar del que sin duda habrá sido el viaje más sobresaltado de su vida.

 

Un maullidito para tod@s.