Hola amigos gatitos:
Desde hace ya casi dos semanitas el gato tiene un trabajo de gato: ya sabéis, comprobar que los ovillos de lana rueden bien, que los sofás estén al nivel de mullidito adecuado, gestionar que todos los demás gatitos tengan sus whiskas, guardar coincienzudamente las pelusas en un lugar de la casa no visible para poder jugar con ellas más tarde, asustar a los peces de la pecera para que éstos sepan dónde está su lugar... en fin, el tipo de cosas que un gato trabajador no puede pasar por alto.
Es por eso que el gatito, llegado el jueves por la noche está derrengado y se va a la camita a descansar. Sin embargo, quería antes compartir con vosotros esta situación que contemplé el otro día: un gato, que para evadirse de su día a día laboral ahogaba las penas en leche. El camarero le decía:
- Ya está bien por hoy, señor gato.
- Yo diré cuándo está bien: sírvame otro vasito de leche -contestó irritado el cliente.
Compañeros gatos: la leche está bien, pero con moderación. Nunca debemos dejarnos llevar en exceso por nuestros instintos gatunos, nuestros amos nos lo agradecerán.
Besos y maulliditos a todos. Que tengáis un buen finde ;)
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